RESEÑA DE LIBRO MUJERCITAS
Autor: Louisa May Alcott
Título original: Little Women
Idioma: inglés
Páginas: 312
Editorial: RBA Editores
Traducción: Editorial Molino
Ilustración de cubierta: Hugh Thomson
Tipo de Libro: Auto conclusivo.
Fecha de publicación: 1869
ISBN: 978-607-556-266-7
COMENTARIO:
Mujercitas es un clásico inglés y aunque personalmente el libro nunca llamó mi atención, por cosas de la vida un ejemplar de la colección de Novelas Eternas, llegó a mis manos, había oído tantas veces ese título, pero sabía tan poco lo que realmente era, claro tenía conocimiento de algunas adaptaciones cinematográficas, pero me parecía un título tan simple que me imaginaba una historia de unas niñitas hablando de su día a día y sus problemas, efectivamente era eso, pero con un enfoque que va más allá de contar una historia.
El libro cuenta la historia de una humilde familia: Los March, quienes son golpeados por la guerra, pues el patriarca tiene que ir al campo de batalla. Este matrimonio entre el Sr. March y la Sra Margareth March tiene 4 hijas mujeres, unas pequeñas que están aprendiendo a crecer y dar el paso de niña a mujer y que a lo largo de su historia nos irán dejando enseñanzas, ellas son: Margareth (conocida como Meg, la mayor), Josephine (conocida como Jo, la segunda), Elisabeth (conocida como Beth, la tercera) y Amy (la más pequeña de todas).
La historia se entiende, la traducción es comprensible y no tan simple, pero tampoco es gran cosa, estos son los bajos de que su idioma original sea el inglés y tengamos acceso a su traducción; lo que lamentablemente le ha jugado puntos en contra y ha ensombrecido su éxito, pues hay algunas traducciones que son deficientes y transgiversan la verdadera esencia de este clásico. Esta novela fue revolucionaria para su época y tiene algo de real, ya que la autora se inspiró mucho en sus vivencias junto con sus tres hermanas.
A lo largo del desarrollo, se puede observar alusiones directas a la obra, el Progreso del peregrino, el cual es un libro que busca dejar enseñanzas con alegorías. Esta novela les sirve a las protagonistas como un “manual de instrucciones” para superar las dificultades de su joven vida. Al inicio, nos muestra a los personajes y va enfatizando sus defectos que con el desarrollo de la historia aprenderán a superar y nos irá dejando enseñanzas morales y éticas, tal vez un poco anticuadas para hoy en día, pero muy adelantadas para su época.
En primer lugar, nos habla sobre la ambición de Meg, la mayor de las niñas, por los lujos y comodidades que ellos carecen al ser pobres, pues al ser la mayor ella vivió el inicio de su vida cuando sus padres tenían una buena posición económica y que perdieron por un error. Pero los sucesos que vienen, poco a poco la hacen darse cuenta de que los principales lujos que tiene son el amor, salud y un plato de comida en la mesa; descubriendo así que al contrario de desear cosas vanas, debería estar satisfecha porque a pesar de sus carencias es feliz.
A medida que avanza la historia nos presentan el defecto de la segunda hija de los March, Jo, quien era muy impulsiva y tenía un carácter y genio bastante difícil de manejar. Con la ayuda de su madre, la pequeña intenta manejar sus demonios internos y aunque a veces volvía a caer en ellos, al final los logró superar cuando en un momento de ira y enojo puso en riesgo la vida de Amy, la menor de las March y sintiéndose asustada y arrepentida del incidente, este le sirvió de escarmiento en posibles situaciones futuras de esta naturaleza.
Luego nos muestra a la tercera de las hermanas, Beth, quien sufre por su inmanejable timidez que la mantiene asustada la mayor parte del tiempo y le dificulta relacionarse. Ella, con ayuda de sus tan amistosos vecinos de al lado, su familia y su música, (un don que poseía), logra poco a poco superar su miedo a ser sociable, y luego cuando lamentablemente enfermó de escarlatina y su vida estuvo en riesgo, descubrió que había progresado, ya que había logrado ganarse la simpatía de muchas personas que estuvieron al tanto de su salud.
También nos muestra a la menor de las niñas, Amy, quien es una dulce pequeña, pero que su principal defecto es el egoísmo, vemos como ella la pasa mal a causa de este y sufre incluso una humillación en la escuela por parte de su docente, Amy es el último personaje en evolucionar, pues no es hasta cuando es enviada a casa de su Tía rica, pero en soledad por su egoísmo, que comprende lo mal de su actuar y sumado a la preocupación de ella por la salud de Beth cuando enfermó, la niña logra reflexionar y seguir por fin los consejos de su madre.
Por todo lo expuesto es que esta obra se considera como una de evolución y crecimiento personal. Si bien nos muestra la vida de esta familia por el lapso de un año, dejó grandes enseñanzas que sirven para perfeccionar el “alma” de las personas, nos muestra como no ser impacientes, cuando nos enfoca al padre lejos debido a la guerra y a la familia echándolo de menos y deseando su regreso ansiosamente y también nos muestra el amor familiar que muchas veces sirve como soporte en momentos difíciles de la vida.
Esta historia también es una representación del feminismo, Jo, uno de sus personajes principales, es tomado como icono por movimientos feministas, pues de cierta forma nos hace cuestionar los estereotipos femeninos de esa época y a los cuales ella se niega a obedecer, dejando fluir sus ideas y su tan particular forma de ser. Además, nos muestra una escena de empoderamiento femenino, cuando se rapa el cabello para venderlo y conseguir dinero que destinó a su padre, quien fue herido en la guerra y se encontraba hospitalizado; demostrando así que ella es igual de valiente y arriesgada que cualquier muchacho que conoce.
A todo esto, podríamos incluir la crítica indirecta que realiza la autora a los ideales de esa época, ya que nos muestra las pocas oportunidades que tienen las “mujercitas” en su sociedad generando una reflexión sobre los roles de género y cuestionando por qué las mujeres no tenían las mismas oportunidades que los hombres. Siendo así una revolución para la época en la que se publica este libro y que sin duda fue tan acogido por el público como para darle el salto a la fama a Louisa May.
Su narración es en tercera persona, como un observador omnisciente, es bastante didáctica, dramática, realista y moral; cuenta con un estilo directo y sencillo que aborda temas como la familia, valores, identidad, responsabilidad, amor y madurez. La autora usó a esta humilde familia para realizar un libro a forma de parábola psicológica que a pesar de lo dura y realista que puede ser, nos hace descubrir un mundo de palabras que atrapa y enamora a los lectores, como lo hizo conmigo, enseñándome a no juzgar un libro por su portada.
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